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Una política responsable de inclusión

Actualizado: 24 nov 2021

Hoy en día, el trabajo es considerado un derecho humano fundamental. Toda persona debería tener la libertad de elegirlo, en condiciones equitativas y satisfactorias.









Según la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, se reconoce el derecho al trabajo, y los Estados deben salvaguardar y promover el ejercicio del derecho, incluso para personas que adquieran una discapacidad durante el empleo, adoptando medidas pertinentes. Asimismo, la Convención prohíbe toda forma de discriminación, obliga a proteger los derechos de las personas con discapacidad en igualdad de condiciones, asegura que las personas con discapacidad puedan ejercer sus derechos laborales y sindicales, permite que tengan acceso efectivo a programas generales de orientación técnica y vocacional, alentando las oportunidades de empleo.


En Argentina, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y su protocolo facultativo fue aprobada mediante resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 13 de diciembre del 2006. Dos años después, en 2008 se sancionó la ley 26.378. “El propósito de esta ley es promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad y promover el respeto de su dignidad inherente. Las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que al interactuar con diversas barreras, pueden impedir su participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones con las demás”.


¿Qué es el Síndrome Down?




El Síndrome de Down es una de las causas genéticas más comunes de retraso mental. Además de la afectación de la capacidad intelectual, suelen darse otras anomalías como problemas en el corazón. Es importante remarcar que la discapacidad intelectual se expresa cuando una persona con limitaciones significativas interactúa con el entorno. Por tanto, depende tanto de la propia persona como de las barreras u obstáculos que tiene el entorno. Según sea un entorno más o menos facilitador, la discapacidad se expresará de manera diferente. A las personas con discapacidad intelectual les cuesta más que a los demás aprender, comprender y comunicarse. La discapacidad intelectual generalmente es permanente, es decir, para toda la vida, y tiene un impacto importante en la vida de la persona y de su familia.


Vale aclarar que, la deficiencia intelectual se origina antes de los 18 años y es un término que reemplaza al de retraso mental y constituye una parte integrante de la diversidad humana. La discapacidad intelectual sigue siendo el gran desafío en la vida de las personas con síndrome de Down. Por otro lado, el Servicio de Aprestamiento Laboral es la formación laboral para personas con discapacidad.


Tiene como objetivo promover la adquisición de competencias, experiencias, conocimientos, hábitos y conductas de las PCD para lograr su inserción en mercado de trabajo. Se trata de un proceso educativo laboral, no formal, asistemático, productivo y dinámico. Este tipo de servicios es primordial para las personas con cualquier tipo de discapacidad ya que les ayuda con su inclusión laboral efectiva.


Todos los obstáculos que las personas con discapacidad enfrentan en los espacios arquitectónicos y urbanos, en la transmisión de mensajes o ideas, navegación de sitios web e incluso en el trato cotidiano han alentado la generación y la prevalencia de prejuicios y estereotipos.


Además, lejos de aportar a la inclusión social de las personas con discapacidad, estas barreras impiden tomar conciencia de la discapacidad como parte de la diversidad humana, de las aportaciones que las personas con discapacidad ofrecen a las comunidades, así como de la capacidad que estos individuos tienen para tomar sus propias decisiones, sin que tengan que ser sustituidas por una tercera persona.


Como resultado, las personas con discapacidad enfrentan condiciones pronunciadas de exclusión. Una alta proporción vive en pobreza, y además es discriminada en la educación, la salud y el empleo, entre otros ámbitos.


Es por esto que, es primordial proponer a que las empresas cuenten con más igualdad, accesibilidad integral, diversidad e inclusión- en sus procesos de contratación, en sus condiciones de trabajo, en el desarrollo profesional de sus empleados y en el clima laboral para garantizar los derechos laborales de las personas con discapacidad.


La inclusión laboral permite que las personas en condición de vulnerabilidad y sin importar origen étnico, género, enfermedad, orientación sexual y otras circunstancias tengan acceso a un empleo digno y decente. Las personas con discapacidad constituyen uno de los grupos más segregados respecto a la inclusión en el ámbito laboral.


El principal reto que enfrentan las personas con discapacidad es el de combatir los prejuicios y romper con los paradigmas que conllevan a las prácticas discriminatorias. Abordar la discapacidad en el sector laboral es el principal aspecto de la diversidad que mayores complejidades presenta. Entonces, es fundamental establecer una política socialmente responsable de inclusión, valorando las diferencias y habilidades de las personas con discapacidad, contribuyendo a mejorar su calidad de vida y su independencia.

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